25 septiembre 2007

49. La movida en Correos, podría estar a punto de empezar

Foto: Pilar Rodríguez Costas

Es muy posible que se esté perfilando, una nueva opción social que haga frente de manera eficiente y concluyente a los improperios habidos en Correos -la mayor empresa del país con 67.000 empleados-. De todos es sabido que, la actual "dirección" del operador público postal descansa en la tranquilidad de una supuesta paz social que le viene garantizando un sindicato, que ha sacado unos resultados "formidables" en las últimas elecciones sindicales. Al mismo tiempo, también todos sabemos que han habido ciertos cambios cualificados en resultado electoral, cambios que son significativos en lo que a personal funcionario se refiere e importante también en el laboral, lo cual ha supuesto el desplazamiento claro de una de las fuerzas sociales que como sindicato cómplice en su momento, sirvió de aval a la "dirección". Actualmente, una vez celebradas las elecciones sindicales y con los resultados sobre la mesa, quedan muchas cuestiones a tratar; siendo la que mayor preocupación acarrea la del incierto futuro de la empresa pública ante la inminente liberalización y lógicamente, también es prioritario desde el punto de vista social, la adecuada salida que debe darse al personal. De entre todas las múltiples opciones, entre las cuales se encontrarían, sin duda, la laboralización de cierto número de funcionarios, las jubilaciones anticipadas, etcétera; que, hasta fechas muy recientes, podría decirse de tales cuestiones, que iban sobre ruedas al estar en perfecta sintonía el trino formado por la "dirección" y dos fuerzas sindicales (en algún tiempo fueron tres los sindicatos). Los resultados electorales, como hemos dicho, han traído novedades que a primera vista no parecían de importancia pero que, vistas con cierta calma dibujan una perspectiva muy interesante si se hacen las cosas adecuadamente; a saber: 1) Una fuerza sindical de perfil corporativo y específico de Telecomunicación, adquiere mayor relevancia de la que venía ostentando y se sitúa en una posición privilegiada, ante cualquier negociación interna y externa, toda vez que dispone al mismo tiempo de protagonismo en la Mesa General de la Función Pública al estar federada con una organización de la Administración y con presencia en este ámbito. 2) Otra fuerza de las principales del país, que se ha apartado de las antiguas pretensiones de los actuales dueños de Correos, podría estar en vías de preparar su indudable buena estructura, en sintonía para plantar cara y plantear conjuntamente con las actuales fuerzas discrepantes, otras alternativas que puedan dar una salida honrosa, para el personal afectado y para el futuro de la empresa pública. Repárese en el esfuerzo por suprimir la exclusión x.11, que ya viene de más de tres lustros, cuando ya se exigía la modificación del punto 2 del artículo 1º de la Ley 30/1984, de 2 de agosto, de Medidas para la Reforma de la Función Pública, en el sentido de eliminar la especificaciones de adecuación a las peculiaridades, entre otros, de los funcionarios de los servicios postales. 3) Las otras fuerzas sindicales nacionales y nacionalistas, que sin duda darán un valioso juego en todo lo que suponga un nuevo planteamiento técnico de las posibles distintas salidas, dada la nueva situación. 4) La existencia de un movimiento social de base, incipiente, que es germen de la identificación de la lucha directa percibida por los empleados. 5) La también posible aparición de alguna otra organización de alcance técnico-profesional y político. 6) El limite temporal, fijado por el Parlamento europeo en el 2011. Así las cosas, el tándem "dirección" - sindicato cómplice, podría verse amenazado por una fuerza extraordinaria que dará al traste con sus aspiraciones. Por otra parte, los buenos resultados electorales, no son suficientes para hacer frente a una movida que, necesita de muchos otros ingredientes, distintos y distantes de los meramente sindicales puntuales; no sirve para nada la campaña de prensa -lavado de cara prosaico y denodado- insistiendo en la denuncia de culpar a Zapatero de la posible inviabilidad de Correos, cuando todos sabemos de donde vienen las cosas. Ahora toca la parte técnica y no la tienen preparada. Todos somos conscientes, de que aquí no servirán soluciones basadas en modelos, entre otros, del tipo Corporación Radiotelevisión española, S. A., por razones obvias. La movida en Correos, podría estar a punto de empezar. Salvo mejor parecer. Baldomero Gómez